sábado, 6 de octubre de 2012
Despertando de un sueño llamado Republica: I parte.
Voy por el mundo caminando con alegría,
pero de repente una tierna brisa
detiene mis pasos decididos,
y al levantar la vista, se apaga mi vida.
Algo ha cambiado en mi continuo paso,
la risa se ha convertido en llanto amargo,
los días de felicidad pasaron
y mi esperanza atrás ha quedado.
Un mundo mejor, el de todos soñado
en un momento una bala lo ha matado,
ahora toca luchar contra mi hermano,
y dejar a todo un país maltratado.
La libertad por la que tanto lucharon
de un plumazo la han encarcelado,
como escusa un enfermado estado,
como medicina, represión han dado.
Cuarenta años de opresión
nos llevaron a la transición,
donde muchos eligieron olvidar
otros preferimos recordar.
Recordar, juzgar y cerrar
para no volver a rememorar,
repetir actos pasados
y no volver a los altercados.
Esta democracia ha quebrado,
los políticos se han encargado,
nuestro derecho, pedir el cambio,
la calle, único y disponible medio.
La lucha no requiere violencia,
la protección tampoco vehemencia,
el objetivo siempre la victoria
pero la palabra como prioritaria.
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